Desinfección con ozono de alimentos
El ozono ha demostrado en multitud de estudios ser uno de los mejores biocidas desinfectantes que existen, con la ventaja competitiva de no dejar ningún tipo de residual químico tras su actuación; ya que naturalmente se descompone en oxígeno. De este modo, el ozono resulta de gran utilidad en el sector agroalimentario (bares, restaurantes, hoteles, carnicerías, pescaderías, fruterías, industrias alimentarias, agricultura y poscosecha) para desinfectar alimentos, herramientas de corte y maquinaria; así como superficies que entran en contacto con alimentos y envases alimentarios.
El ozono, aplicado tanto en forma gaseosa como en a través de agua ozonizada (lavado), es una solución desinfectante eficaz, eficiente y ecológica para la prevención y eliminación de microorganismos patógenos (virus, bacterias, hongos…) como E. Coli, Listeria monocytogenes, Salmonella y Staphylococcus aureus, entre otros. De este modo se asegura la seguridad y se cumplen los requerimientos legales de la Unión Europea.
Los sistemas de ozono pueden instalarse en todo tipo de instalaciones para la desinfección de alimentos, envases, superficies, maquinarias e instalaciones. Así, la aplicación del ozono puede implementarse para el lavado (incluyendo hidrocooling), sistemas CIP, esterilizadores de cuchillos, salas blancas o en cámaras frigoríficas (donde además resulta útil para el control de etileno de frutas y hortalizas).
El uso del ozono en el sector alimentario beneficia a la comercialización nacional e internacional, ya que mejora la higiene y seguridad alimentaria del producto que se ha tratado, hace cumplir los más exigentes requerimientos legales, y evita la devolución de mercancías, porque los alimentos no estarán contaminados ni tendrán nunca residuales químicos derivados del proceso de lavado, higienización y desinfección.