Ventajas de la solubridad del Ozono en agua
El ozono también elimina impurezas inorgánicas disueltas como el hierro, el manganeso y sulfuro por coagulación. También la oxidación de materia orgánica refractaria o tóxicos, como ácidos húmicos y plaguicidas que pueden no ser degradables residuos por el uso del cloro.
El ozono acuoso permite realizar una desinfección más segura y sin originar residuos tóxicos que contaminen el medio ambiente o causen daños a las personas que lo utilizan. Este método ya se está utilizando para la desinfección de áreas y superficies, en aéreas sensibles como son el sector hotelero, en el campo de la medicina, en la odontología o en la salud en general. Por ello esta propiedad de la alta solubilidad nos proporciona mayor seguridad en su uso diario en la industria, en la descontaminación de ambientes y en protección de la salud en general.
“El ozono gaseoso (O3) es 13 veces más soluble en agua que el oxígeno O2.”
Propiedades de la desinfeción con Ozono
La desinfección por medio del ozono se efectúa a través de la ruptura de la pared o membrana celular, de la difusión en el protoplasma celular y de la inactivación de las enzimas. Su acción destructora contra bacterias, virus, hongos y en muchas especies de protozoos ha permitido su empleo y cada vez más creciente su utilización para la desinfección en todo el mundo.
Además, en comparación a otros agentes el ozono es:
- 10 veces más efectivo que el cloro;
- 25 veces más efectivo que el ácido hipocloroso (HOCl);
- 2.500 veces más eficiente que el hipoclorito (OCl);
- 3.000 veces más rápido para purificar el agua que el cloro;
- 5.000 veces más efectivo que la cloramina (NH2Cl).
Todas estas cualidades lo hacen superior sin olvidar que, por ser una molécula natural en muy poco tiempo se convierte en oxígeno y sin dejar residuos tóxicos. Es por ello que el ozono es cada día más utilizado en las tareas de desinfección cuando se piensa y aplican políticas para proteger el ecosistema (medio ambiente) de una forma sostenible.
Acción desinfectante sobre las bacterias
Las bacterias son microorganismos unicelulares que están rodeadas por una membrana celular relativamente sólida y sus procesos vitales están controlados por un sistema enzimático, siendo capaces de causar enfermedades graves tanto en humanos como en los animales.
Cuando las bacterias se adhieren a las superficies forman densas agregaciones llamadas biopelículas que requieren de una profusa y eficiente acción desinfectante. Además, pueden contaminar a los alimentos, multiplicarse y liberan productos metabólicos que ponen en peligro la vida del huésped.
El ozono es extraordinariamente conveniente para eliminar las bacterias dañinas debido a sus propiedades reactivas, lo que significa que naturalmente reacciona con las bacterias y las destruye. También, el ozono detiene el metabolismo bacteriano inhibiendo el sistema de control enzimático.
Su mecanismo de acción radica en que el ozono al adherirse a las bacterias perfora la membrana celular que las recubre y por ende estas comenzarán su desintegración muy rápidamente.
Se ha comprobado en diferentes ensayos que la producción inmediata y el empleo de las disoluciones de ozono acuoso a concentraciones de 4mg/L, garantizan su reacción de forma recurrente con las bacterias y en términos generales, su aplicación durante solo 2 a 3 minutos tiene una tasa de mortalidad microbiana del 100%., eliminando así rápida y eficazmente las biopelículas de las superficies contaminadas, sin poseer selectividad alguna y sin crear resistencia por su uso frecuente.
Acción desinfectante sobre los vírus
Los virus son partículas pequeñas e independientes, son agentes infecciosos microscópico y acelular que contienen ácidos nucleicos que forman moléculas largas de ADN o ARN. A diferencia de las bacterias los virus solo pueden replicarse dentro de las células huésped de otros organismos. Los virus no tienen protección contra el estrés oxidativo. Son clasificados acordes a su estructura externa en: virus envueltos y desnudos, siendo los envueltos generalmente más sensibles a los desdenes físicos y químicos que el virus desnudo.
El ozono destruye los virus por un mecanismo de oxidación debido a que, al ponerse en contacto con el virus, el ozono reacciona con la capa lipoproteína externa en el caso de los virus envueltos y por la difusión y daño de las estructuras de ADN o ARN viral en ambos tipos.
Se ha comprobado mediante investigaciones científicas las cualidades viricidas del ozono, siendo demostrado que son susceptibles al ozono numerosas familias de virus, incluidos el poliovirus, el rotavirus humano, el virus Norwalk, el parvovirus y la hepatitis A, B, coronavirus, entre muchos otros.
Acción desinfectante sobre los hongos
Los hongos son organismos eucariotas heterótrofos (ya que carecen de clorofila y obtienen su energía al ingerir sustancias orgánicas). Las membranas o paredes que recubren a los hongos son multicapas y están compuestas por aproximadamente 80% de carbohidratos y 10% de proteínas y glicoproteínas. Estos microrganismos pertenecen al reino Fungi (del latín fungus). Se clasifican bajo dos formas principales: hongos filamentosos también llamados «mohos» y hongos levaduriformes o levaduras.
Al ser expuestos al ozono acuoso, los hongos y mohos son destruidos por difusión a través de la pared fúngica y su interacción hacia el interior del citoplasma, interrumpiendo la función celular.
Entre las familias de hongos que son inhibidas y destruidas por la exposición al ozono acuoso se encuentran: la Candida, Aspergilus, Histoplasma, Actinomycoses y Cryptococcus, entre otros.